Elaboración transparente de chocolate
El Museo del Chocolate
Este museo privado fundado en 1993 es una de las atracciones turísticas más famosas de Colonia. A él acuden cada año unos 600.000 visitantes, quienes, en una superficie de exposición de más de 4.000 m², descubren la historia cultural del cacao y experimentan de primera mano cómo se elabora el chocolate. Actualmente, el Museo del Chocolate es administrado por la segunda generación de la misma familia que lo fundó.
En el Museo del Chocolate de Colonia, los visitantes tienen la oportunidad de presenciar la elaboración de figuras dulces, bombones y trufas de chocolate. Los paneles de PLEXIGLAS® son tan transparentes que invitan a servirse directamente.
A casi todo el mundo le gusta el chocolate. Sin embargo, no hay mucha gente que tenga la más mínima idea de cómo los amargos granos de cacao se transforman en dulces exquisiteces. Para remediar esta falta de conocimiento, el Museo del Chocolate de Colonia muestra todos los pasos de elaboración –desde el tueste del grano de cacao hasta la tableta– en una fábrica de chocolate que se puede visitar.
El punto culminante es la fábrica de chocolate de cristal, en la que los maestros chocolateros demuestran sus habilidades artesanales. En el taller de figuras huecas, pintan moldes con chocolate líquido, donde Papá Noel recibe su barba blanca y las liebres de Pascua sus grandes ojos oscuros. En otra estación se decoran los bombones y las trufas de chocolate. En marzo de 2020, esta fascinante manufactura se modernizó con grandes paneles transparentes de PLEXIGLAS®.
Vista despejada al trabajo de los chocolateros artesanos
“Queremos que la elaboración de chocolate sea transparente y tangible para nuestros visitantes”, señala Christian Unterberg-Imhoff, director del Museo. Y PLEXIGLAS® es perfecto cuando se requiere transparencia, ya que es uno de los materiales más transparentes que existen. Como en su forma original este material es absolutamente incoloro, los objetos situados tras él se perciben en las proporciones y colores correctos sin ningún tipo de distorsiones visuales. Eso significa que ofrece una visibilidad perfecta, independientemente del espesor del material. Su transparencia y brillantez se mantienen permanentemente. Por eso, PLEXIGLAS® es un material muy solicitado para ventanas panorámicas, acuarios y vitrinas de museos.
Como en el Museo del Chocolate ya había elementos de protección visual y cubiertas de máquinas fabricados de este excelente cristal acrílico, era lógico utilizar el probado material de Röhm también en el taller artesano de chocolate para obtener una apariencia uniforme y de alta calidad, entre otras razones de peso.
La cubierta de PLEXIGLAS® del taller de figuras huecas llega hasta el techo y forma un espacio dentro de la sala que está aislado higiénicamente. Esto es importante, ya que aquí se manipulan alimentos durante la actividad del museo. En ella hay dos puertas que casi pasan desapercibidas y que son los accesos para los maestros chocolateros. Además, la cubierta también protege a los visitantes de las máquinas en funcionamiento, tales como la centrifugadora de figuras.
Alto rendimiento logístico
Aunque la extensa remodelación del taller artesano de chocolate ya hace meses que se realizó, el director del museo sigue mostrándose maravillado: “Ese ha sido el mayor desafío de nuestra historia”.
Las dificultades a las que había que enfrentarse las explica Tim Kulisch, miembro de la empresa transformadora de PLEXIGLAS® Hans Fischer Kunststoffverarbeitungs-GmbH, de Colonia. Esta empresa diseñó, planificó y elaboró la cubierta. Las dimensiones de los paneles transparentes planteaban exigencias estructurales, de transporte y de montaje muy elevadas. “Algunos de los elementos de PLEXIGLAS® instalados alcanzan medidas de 2 × 3 metros, lo que corresponde al tamaño máximo de plancha disponible”. Esto creó problemas de espacio en algunas zonas del edificio durante el trayecto.
“Lo más difícil fue transportar las grandes planchas de PLEXIGLAS® al primer piso del museo sin dañarlas. El transporte se llevó a cabo con equipos elevadores de vacío similares a ventosas enormes que permiten sujetar firmemente las piezas voluminosas. Utilizamos dos grúas dotadas de elevadores de vacío: una de ellas acercaba la plancha desde abajo y la otra la recibía arriba”, describe Kulisch. Una gran ventaja para ello fue que PLEXIGLAS® pesa solo la mitad que el vidrio y es mucho más resistente a la rotura.
PLEXIGLAS® puede adaptarse a la hora del montaje
Otra característica de PLEXIGLAS® que Kulisch valora especialmente es que este material puede adaptarse a circunstancias de montaje inesperadas. Por ejemplo, cuando hay una pieza que sobresale por algún lado o una plancha recibe un arañazo durante el transporte. “Si fuera vidrio, habría que desechar la pieza completa. En cambio, PLEXIGLAS® tiene la ventaja de que también permite el corte a medida in situ y la eliminación de arañazos de su superficie”. Aunque esto no fue necesario en el proyecto del Museo del Chocolate, donde todo se desarrolló sin contratiempos.
PLEXIGLAS® XT ofrece la mejor tolerancia de grosor
En una longitud de diez metros, hay 15 elementos de PLEXIGLAS® fijados en el suelo y en el techo entre guías de acero inoxidable. Para este proyecto, la empresa especializada eligió cristal acrílico extruido (XT) de alta calidad de Röhm con un grosor de 25 milímetros. “Debido a su baja tolerancia de grosor, PLEXIGLAS® XT es perfecto para aplicaciones de este tipo que requieren una elevada exactitud dimensional”, aclara Kulisch. Así, los distintos elementos encajan perfectamente en las guías y la estructura se mantiene estable, sin oscilaciones ni golpeteos.
“Las cubiertas de PLEXIGLAS® son transparentes y brillantes y ofrecen una vista sin restricciones a los procesos de elaboración.”
- Tim Kulisch
Business Development & Sales Manager en Hans Fischer Kunststoffverarbeitungs-GmbH
“Una estructura impresionante”
El director del museo está encantado con la nueva sala de exposiciones. Y también los trabajadores y los visitantes que recuerdan cómo era anteriormente el taller de figuras huecas. “El taller anterior era más pequeño y no podía verse por completo. Ahora contamos con una estructura elegante e impresionante dotada de paneles transparentes continuos, que acerca a los visitantes aún más al proceso de elaboración”, se alegra Unterberg-Imhoff.
Y no importa si algunos fans del chocolate especialmente curiosos dejan en ellos sus huellas digitales, ya que PLEXIGLAS® puede limpiarse muy fácilmente y garantiza una vista siempre apetitosa.