Escenografía con vista
En el Festival de los Nibelungos de Worms se reinterpreta cada año el famoso poema. La escenógrafa Irina Schicketanz conoce el rol que desempeña PLEXIGLAS® en la interacción entre el escenario y la puesta en escena.
“El material es la base. Al desarrollar una idea para una escenografía, a menudo parto del material”, afirma Irina Schicketanz. Así es como Schicketanz diseña escenarios e influye en las representaciones, como ha hecho durante los últimos 26 años en numerosos teatros de prestigio de todo el país. En la edición de 2016 del Festival de los Nibelungos lo hizo de una forma muy especial: La obra “Oro: la película de los Nibelungos” juega con la idea del actor transparente y desnudo, y fue escrita mientras Schicketanz desarrollaba sus ideas para el escenario.

Irina Schicketanz
La escenógrafa nació en Múnich y estudió escenografía y cinematografía en la Universidad de Artes Aplicadas de Viena. Tras concluir sus estudios en 1990, trabaja como artista libre y diseñadora de escenarios y vestuario, y también se ha hecho cargo del atrezo de varias películas. Con el director de los Nibelungos Nuran David Calis ya había colaborado anteriormente, entre otras ocasiones, en el Volkstheater de Viena, el Teatro de Berlín y en el Residenztheater de Múnich.
Festival de los Nibelungos de Worms
El Festival de los Nibelungos se celebra cada año desde 2002 como festival de teatro al aire libre frente a la Catedral de Worms, escenario original mencionado en la propia saga. En los años anteriores se han representado versiones muy distintas del argumento de la saga, entre ellas la puesta en escena escrita en 1861 por Friedrich Hebbel, pero también reinterpretaciones adaptadas de la saga o, como en 2016, una versión trasladada a la modernidad, que emplea el tema de los Nibelungos como punto de partida. Entre los actores que subieron al escenario en los últimos años figuran Mario Adorf, Jasmin Tabatabai, Meret Becker o Dirk Bach.
La escenógrafa pudo de esta forma integrar sus ideas directamente en la puesta en escena del director Nuran David Calis y el texto de Albert Ostermeier. Una de estas ideas: una serie de camerinos transparentes de PLEXIGLAS®, el cristal acrílico de marca de Röhm, que copan toda la parte izquierda del escenario. “Oro” es una obra dentro de otra obra, es teatro que se representa en varios niveles. Los actores interpretan a un equipo de rodaje que quiere grabar una película sobre los Nibelungos, y en paralelo a los episodios de la saga sufre disputas y catástrofes. El resultado es una obra de teatro que oscila entre la sátira, el psicograma y el cine. El Festival de los Nibelungos de Worms se aventura desde hace 15 años a tratar de arrojar casi cada año una nueva mirada sobre la antigua saga.
Para todo esto, la transparencia era crucial
La edición de 2016 es una representación moderna. Las cabinas de PLEXIGLAS® son el refugio en el que los actores dejan ver a través de monólogos el interior de su alma. Un interior que sale a la luz de la forma más drástica, ya que al mismo tiempo una cámara proyecta los rostros en primer plano sobre una inmensa pantalla; un truco que por una parte permite que los más de mil espectadores puedan prescindir de los prismáticos, y por otra pretende recalcar la idea de un rodaje. “Para todo esto, la transparencia era crucial”, afirma Schicketanz. “El voyeurismo era parte del juego, de ahí las paredes transparentes”.

El cristal acrílico de marca resultaba especialmente adecuado para la tarea: el cristal habría sido demasiado pesado, sumando además el peligro de rotura, ya que los actores interactúan con el material, se lanzan contra él, dan portazos o se pelean en sus camerinos. De hecho, por ese motivo las paredes frontales cuentan con un refuerzo extra: planchas de 20 milímetros de PLEXIGLAS® original, robusto y a la vez transparente. Las puertas están fresadas en la pared frontal, y en todas ellas se ha fresado la forma de una estrella, que recuerda directamente a Hollywood; de nuevo algo más que simple decoración.
La iluminación recalca la acción
En función del ambiente en el escenario, las cabinas relucen con distinta iluminación. Las propiedades de técnica lumínica de PLEXIGLAS® hacen que la luz no solamente salga por los bordes.
Desde el primer momento las cabinas, paredes y puertas están incluidas en la obra a través de la iluminación. Las propiedades especiales de técnica lumínica del cristal acrílico de marca permiten, por ejemplo, introducir luz a través de los bordes de corte, de tal forma que es posible iluminar solamente los bordes o bien las cabinas enteras. Durante la representación, la iluminación varía según el ambiente, entre una luz vacilante e inquieta, un brillo deslumbrante o un rojo oscuro y amenazador.
“PLEXIGLAS® simplemente ilumina de forma realmente potente”, comenta Schicketanz, que ya ha trabajado anteriormente con el material en otros escenarios, tanto a modo de pared transparente como de escultura fresada. No obstante, hay una ventaja de la que no se había percatado hasta que comenzó con los trabajos en torno a los Nibelungos: Durante los ensayos y las representaciones que tradicionalmente tienen lugar en pleno verano, determinadas áreas del escenario, por ejemplo el interior de las cabinas, se calentaban hasta alcanzar “algo más de 50 grados Celsius”, según informa la escenógrafa.
PLEXIGLAS® original: un socio desde hace muchos años
Desde hace años, el cristal acrílico de marca es el socio ideal para el escenario y la puesta en escena del Festival de los Nibelungos. Así, por ejemplo, en una de las representaciones clásicas, la reina islandesa Brunilda cabalgó sobre el escenario en un caballo de gran tamaño hecho de PLEXIGLAS® transparente. En 2015 el cristal acrílico de marca volvió a servir como base para una gran mesa, que se iluminaba al final desde dentro con luz roja, algo que fue posible gracias a las excepcionales propiedades de conducción de la luz del material.
Sin embargo, esto no afectó en nada al PLEXIGLAS®, que ni se deformó ni se calentó en exceso. Se trata de una ventaja importante, teniendo en cuenta que en una escena hasta 15 personas se meten al mismo tiempo en una pequeña cabina o, durante los monólogos, apoyan las manos, la lengua o el torso contra la pared transparente.
Algo queda claro durante la representación: nada de lo que se ve sobre el escenario es adorno. Schicketanz y el director Calis hacen que los actores interactúen continuamente con la escenografía. Como recalcó Schicketanz, el material es, en el sentido más puro de la palabra, la base, sobre la cual se monta la representación. En este caso, con PLEXIGLAS® original.