Objeto de culto: el zapato de cristal de Christian Louboutin
Christian Louboutin
Entre los diseñadores de calzado, el francés es una verdadera estrella. Su estatus de icono lo corroboran los lujosos zapatos de tacón de aguja con suelas pintadas en rojo que les gusta exhibir a las famosas. La debilidad de Louboutin por los “stilettos” se remonta a una experiencia clave de su vida: al visitar un museo de niño, se quedó boquiabierto al ver un zapato de tacón alto tachado en rojo en una señal de prohibición. Hoy en día, sus zapatos se muestran en museos como obras de arte.
Un gigantesco zapato de tacón de aguja de PLEXIGLAS® es la pieza más lujosa de la exposición del famoso diseñador de calzado Louboutin en París. La elaboración de esta escultura no fue apta para cardíacos.
En esta sala de tesoros, el visitante siente la necesidad de entrar con sumo cuidado. En su centro se levanta un grandioso palanquín que demanda veneración. Rodeado de velas ardientes, este aloja un enorme zapato de cristal que parece salido de un cuento de hadas. La exposición “L'Exhibition[niste]” en el Palais de la Porte Dorée de París muestra las obras de arte del calzado realizadas por el diseñador Christian Louboutin. Su credo: “No quiero que la gente vea mis zapatos y diga: ¡Oh, parecen comodísimos! Lo que quiero es que piensen: ¡Qué bellos son!”
Increíblemente bello es también el mayor foco de atención de la exposición, un zapato de cristal que emite una iluminación mágica. Se eleva sobre un tacón de aguja típicamente fino, rodeado en parte de una estructura cristalina de la que la punta y el tacón sobresalen suavemente con una prístina claridad. Pero la escultura no está hecha de vidrio, sino... ¡de PLEXIGLAS®!
Encargo secreto desde París
“Hay algunos zapatos icónicos que todo el mundo conoce, como el zapato de la Cenicienta. Pero también está el zapato que aún no se ha fabricado. Para el diseñador, el zapato más deseable es el que él tiene en mente en un momento determinado”.
- Christian Louboutin
Diseñador de calzado
“Recibimos una solicitud referente a un bloque de PLEXIGLAS® de 2 × 1,50 metros de alto y 75 cm de espesor procedente de un taller artístico parisino. Lo que debía hacerse con él era entonces ultrasecreto”, comenta Wolfgang Stuber, especialista en acristalamientos especiales de la empresa fabricante de PLEXIGLAS® Röhm GmbH, rememorando el comienzo del proyecto. Stuber envió muestras de material en bloque del cristal de metacrilato patentado a la ciudad del Sena. Un material que, debido a su extraordinaria transparencia, se utiliza en cúpulas de inmersión transparentes o en gigantescas lunas de acuario, entre otras muchas aplicaciones. A continuación, el secreto fue finalmente revelado por los clientes, el diseñador de calzado Christian Louboutin y el escultor Stéphane Gérard. Estos enviaron la foto de un modelo de 20 cm de alto para la proyectada escultura de un zapato.
Stuber se dio cuenta al primer golpe de vista: “Se trata de una obra de fresado de elevada complejidad y sujeta a las máximas exigencias de precisión. Es necesario captar cada una de las superficies de los distintos cristales. Cualquier fallo, por pequeño que sea, saltará a la vista de inmediato”. El afiligranado tacón de aguja le pareció especialmente complicado. “Si la fresadora hace aquí un movimiento incorrecto, se irá todo al traste”.
Proeza técnica
El zapato de cristal debía tener unos dos metros de alto, iluminarse desde el interior y dar la impresión de flotar libremente sobre un pedestal. Un reto más para la fabricación, ya que eso significaba que el objeto de varios cientos de kilos de peso debía descansar únicamente sobre cinco delgados pivotes fresados en el bloque de PLEXIGLAS®. “Esto es una proeza técnica. Para ello se necesita un fabricante con el coraje suficiente para llevar a cabo un proyecto de tal envergadura”, afirma Stuber.
Así nacen los bloques de PLEXIGLAS®
Del sándwich al bloque: varios bloques de PLEXIGLAS® de 150 mm de grosor se unen entre sí mediante un procedimiento especial. De ese modo se obtiene un bloque homogéneo de polimetilmetacrilato (PMMA), que es la denominación química de PLEXIGLAS®. Durante varias semanas se lleva a cabo un proceso de calentamiento y enfriamiento (denominado “templado”) con el fin de evitar que se produzcan grietas por tensión. Como todos los demás productos transparentes de PLEXIGLAS®, los bloques poseen una diafanidad de hasta un 92 por ciento.
Nerviosismo durante el fresado del zapato de cristal
“El proyecto Louboutin también fue extraordinario para nuestra empresa”, subraya Jakob Sixl, socio ejecutivo de la compañía Heinz Fritz GmbH de la localidad alemana de Herbrechtingen. Por lo general, este socio fabricante de Röhm GmbH produce entre otras cosas cascos de presión esféricos y ventanas para submarinos partiendo de bloques de PLEXIGLAS®. Pero, debido a su espesor, el bloque para el zapato de cristal es uno de los más grandes con los que estos especialistas han trabajado hasta el momento: dos metros de alto, 1,50 metros de ancho y 75 cm de grosor.
No obstante, este bloque extragrande de PLEXIGLAS® hubo de dejar kilos y kilos de virutas antes de que pudiera surgir un zapato de él. Hasta finalizar la escultura, de las aproximadamente tres toneladas de la masa de partida apenas quedó una cuarta parte. Solo la programación preparatoria de las máquinas duró unas tres semanas, a las que hubo que añadir otras ocho semanas para el fresado. Para ello fueron necesarias herramientas fabricadas específicamente para el proyecto y cientos de programaciones de los distintos ángulos de posicionamiento con el fin de que las fresas llegaran a todos los lugares, explica Sixl. Lo más dificultoso fueron los cortes traseros y la elaboración de la compleja geometría en todos los lados.
Para dar los últimos toques a la obra de arte e imprimir en ella su sello característico, el escultor Stéphane Gérard, encargado de diseñar la escultura por encargo de Louboutin, llegó luego desde París en compañía de algunos artistas de su taller. Juntos elaboraron a mano los detalles más delicados.
Siempre que el tacón no se rompa...
“PLEXIGLAS® es un material único, ya que es capaz de ofrecer una visibilidad exenta de distorsiones y la máxima transparencia incluso en este grosor.”
- Jakob Sixl
Heinz Fritz GmbH
En una escala del 1 al 10, un especialista tan experimentado como Jakob Sixl de Heinz Fritz GmbH puntúa el grado de dificultad de este proyecto con un 11. “Un solo error hubiera sido fatal. Todo debía salir bien al primer intento; no teníamos una segunda oportunidad”. Además, la fecha de inauguración de la exposición limitaba el horizonte temporal. “Esto causó algo de nerviosismo en el equipo. La tarea requería mantener la máxima concentración durante ocho semanas para elaborar con precisión todos los detalles. Al menos dos personas trabajaron continuamente en el bloque”.
Al igual que en el fresado, durante el templado del objeto acabado la zona más delicada –en el sentido más estricto del término– fue el tacón de aguja del zapato. Se necesitaba extremar la prudencia para evitar las grietas causadas por la tensión. “Pero una vez reconocido el peligro, fuimos capaces de conjurarlo”, asevera Sixl. La solución consistió en dejar que las fases de calentamiento y enfriamiento se desarrollaran con lentitud, de modo que las diferencias de temperatura dentro de la pieza se mantuvieran a un nivel lo más bajo posible.
Este proceso se extendió durante varias semanas.
PLEXIGLAS® en lugar de vidrio
En total, esta obra de arte necesitó un tiempo de elaboración de tres meses y medio. Parece un largo periodo, pero eso es solo relativo: “Christian Louboutin sopesó la posibilidad de fabricar el zapato con vidrio”, desvela Sixl. “Pero en una pieza de tales dimensiones, la fase de enfriamiento durante el templado habría durado años”. Esto dejó claro que la escultura debía realizarse con otro material.
Entonces, los socios de Louboutin en el taller artístico SG sugirieron el uso de cristal acrílico, aunque para su aceptación debieron emplear todo su poder de convicción. La primera reacción del diseñador de calzado fue: “¿Cómo? ¿De plástico?”. Pero este prejuicio inicial pudo eliminarse fácilmente, ya que Louboutin se dio cuenta de que el cristal acrílico patentado de Röhm es un material de extremada calidad. El experto Sixl lo explica: “PLEXIGLAS® es un material único, ya que es capaz de ofrecer una visibilidad exenta de distorsiones y la máxima transparencia incluso en este grosor. Otros plásticos ofrecen una apariencia lechosa o un matiz amarillo a tales espesores de material”.
Además, la extraordinaria conductividad de la luz de PLEXIGLAS® permite iluminar el zapato de cristal por completo. Para ello se introduce luz LED a través de los delgados pivotes situados bajo el zapato. Este efecto resulta aún más impresionante en el zapato de cristal aislado en el taller que en la opulenta y resplandeciente “Salle des Trésors” de la exposición.