Una protección solar móvil
Las fachadas de los edificios modernos combinan la protección solar con unas condiciones de luminosidad equilibradas. En un edificio de oficinas de Austria, PLEXIGLAS® Satinice permite que la luz del día penetre en el interior a la vez que proporciona una protección efectiva contra la radiación solar.
Los postigos plegables hechos a medida del edificio “Haus am Milsertor”, en la pequeña ciudad tirolesa de Hall in Tirol, llaman enseguida la atención de los transeúntes: cuando están abiertos, las planchas blancas translúcidas sobresalen hacia fuera como banderas colocadas en fila; al cerrarse, se superponen como una segunda piel sobre los elevados acristalamientos de la fachada, proporcionando una luz difusa y agradable a las oficinas situadas detrás.
Una fachada a base de pequeñas piezas
Los postigos plegables envuelven cada esquina de este edificio, el cual sirve de sede al servicio de banca privada del banco regional Raiffeisen de Hall in Tirol. En un lado, los elementos están dispuestos a lo largo de los tres pisos, mientras que en el lado de la entrada únicamente están presentes en dos de ellos. Esta estructura afiligranada se ve interrumpida horizontalmente por barras de hormigón en forma de franjas, lo que crea una impresión de simetría. “En ‘Haus am Milsertor’ nos decidimos por esta sencilla forma básica, la cual nos ha permitido resaltar visualmente las áreas centrales y difuminar las esquinas”, señala el proyectista Walter Niedrist del estudio de arquitectura ao-architekten ZT-GmbH de Innsbruck.
Alta calidad estática
La encargada de hacer realidad la idea de los arquitectos fue la empresa Colt International GmbH, que ya ha llevado a cabo una multitud de proyectos de protección solar en todo el mundo. Esta convenció a los proyectistas para que utilizaran PLEXIGLAS® en lugar de chapa o tela para los postigos plegables. Fueron sobre todo las extraordinarias propiedades de este cristal acrílico de calidad –junto con su peso comparativamente menor– lo que motivó la decisión, según afirma Colt. Los elementos debían resistir cualquier tipo de condiciones meteorológicas y fluctuaciones extremas de temperatura, manteniendo a pesar de ello su buen aspecto a largo plazo. A diferencia de las estructuras de tela, PLEXIGLAS® dispone además de las calidades estáticas necesarias y conserva su extrema finura incluso en forma de plancha de gran tamaño. En este caso, se trata de piezas con un tamaño de 60 x 60 centímetros y tan solo 6 milímetros de espesor.
La translucidez proporciona una luz agradable
Un sistema de accionamiento especialmente diseñado
El mayor reto para los especialistas de Colt fue la fijación de los postigos plegables al edificio, dado que, al cerrarse, la estructura completa debía superponerse a modo de segunda piel como fachada secundaria sobre el recubrimiento del edificio existente. Para ello, Colt diseño incluso un sistema de accionamiento propio, ya que el sistema mecánico debía protegerse contra el agua procedente de las frecuentes lluvias y nevadas de la región circundante.
Además, el PLEXIGLAS® Satinice WH10 DC utilizado genera una dispersión de la luz potente y agradable que protege contra las fracciones perjudiciales de los rayos solares gracias a la protección UV propia del material. De esa forma, los postigos plegables reducen en gran medida la carga térmica producida por la radiación solar y proporcionan una iluminación agradable en el interior a causa de su translucidez. Según las condiciones de luminosidad deseadas, los postigos pueden plegarse de tal forma que, observándose desde el interior del edificio, se vuelvan casi invisibles y dejen entrar aún más luz. Además, gracias a su superficie mate, PLEXIGLAS® Satinice evita posibles deslumbramientos en el entorno del edificio, ya que los postigos plegables no reflejan los rayos del sol con demasiada intensidad al estar cerrados.
Cada postigo plegable está compuesto por dos planchas de un total de 1.504 planchas de PLEXIGLAS® empleadas, unidas entre sí mediante bisagras de fabricación especial. La producción de los postigos plegables requirió aproximadamente ocho semanas. El resultado de ello fueron 18 superficies de fachada, las cuales pueden ajustarse individualmente tanto a través de un sistema de control central como de forma manual. La estructura de fachada a base de pequeñas piezas hace que no sea posible reconocer a primera vista las dimensiones del edificio y el número de plantas. Así, los postigos plegables no son solo una protección solar translúcida, sino también una segunda piel para el edificio.