Una pantalla facial protectora para los héroes y heroínas cotidianos
Las crisis estimulan la creatividad. Así, un joven equipo universitario procedente de varias disciplinas ha creado en tiempo récord ayudas para la protección contra infecciones por coronavirus. Una casualidad hizo que PLEXIGLAS® se convirtiera en una parte importante de la solución.
La pandemia del coronavirus las ha hecho omnipresentes: las pantallas protectoras transparentes de PLEXIGLAS® pueden verse en tiendas, consultas y oficinas. Pero PLEXIGLAS® también es adecuado como protección portátil, pudiendo utilizarse como lámina en pantallas faciales. El protector facial transparente aumenta la seguridad de los numerosos héroes y heroínas que se ocupan de otras personas en contacto estrecho con ellas o que no pueden mantener la distancia necesaria en el puesto de trabajo.
El impulso de ayudar
Mantener la distancia de seguridad para reducir el riesgo de contagio: esta es la medida principal para la contención del coronavirus. Sin embargo, las médicas y los médicos, los enfermeros y las enfermeras, los empleados de supermercado, los policías, los trabajadores sociales y muchas otras personas no pueden quedarse en casa ni teletrabajar. Ni tampoco las comadronas como la madre de Klaus Nowak, un estudiante de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Fráncfort del Meno que ha fundado la start-up Protection Impuls.
Para Nowak, la falta de equipos de protección en su entorno personal fue el impulso que le hizo movilizar a otros miembros de la universidad con el fin de ayudar a los numerosos héroes y heroínas cotidianos. El mundo entero necesitaba enormes cantidades de equipos de protección certificados en el menor tiempo posible. Pero las restricciones de contacto, las paradas de producción y el cierre de fronteras para la contención del virus interrumpieron temporalmente las cadenas de suministro globales.
Al equipo de Protection Impuls se le ocurrió la idea de crear una pantalla protectora transparente para la cara, ya que esta ofrece numerosas ventajas: protege las mucosas oculares de las gotitas emitidas al hablar, toser o estornudar;
permite respirar libremente, lo que favorece especialmente a personas alérgicas y asmáticas; no oculta los gestos, lo cual es decisivo para que las personas con deficiencias auditivas entiendan a sus interlocutores, pero también facilita la comunicación con los demás. Y por último pero no menos importante: la pantalla facial impide que uno se toque la cara sin querer y que los gérmenes patógenos puedan acceder a las mucosas.
La pantalla facial debía ser reutilizable y poder fabricarse en grandes cantidades rápidamente y de manera descentralizada. «Muchas personas de diferentes disciplinas de la universidad participaron en el proyecto desde el principio. Y Julian Lauth, que dirige el laboratorio de tecnología de fabricación de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Fráncfort, disponía de tiempo libre en el periodo no lectivo y tenía una impresora 3D a su disposición. Así empezó todo», relata Nowak. Solo un día después de la idea originaria, de la impresora 3D ya salió el prototipo de la FACESHIELD: un arco frontal elástico dotado de protuberancias para el encaje de un protector facial de lámina de plástico transparente. Entretanto, la producción en serie ya ha comenzado y se ha ampliado la gama de productos.
Así describe el fundador la creación de la pantalla facial: «La primera dificultad fue crear un sistema sencillo en materia de montaje y producción con el fin de comenzar la fabricación a gran escala lo antes posible. Otro desafío consistió en encontrar las láminas adecuadas para la pantalla facial e iniciar rápidamente el proceso de certificación».
Presentación de la FACESHIELD PSA (EPI) by Protection Impuls
De la recepción del pedido a la fabricación masiva en solo 24 horas
Los socios fabricantes también demostraron rapidez y espontaneidad. La fabricación del arco frontal le fue adjudicada a Solidtec, una empresa transformadora de plásticos de la localidad alemana de Dieburg, situada en el sur de la provincia de Hesse. En un tiempo récord de 24 horas, sus trabajadores fabricaron el molde de inyección apropiado sin importarles que tuvieran que trabajar de noche. «Nos alegra contribuir a proteger a los héroes y heroínas cotidianos con nuestra técnica de Rapid Tooling», afirma su director general Sebastian Schelbert. «Pasar tan rápido de un prototipo a la fabricación en masa es algo realmente fantástico. En un proyecto de tales características todos estamos muy motivados».
Desde entonces, Solidtec y otras empresas de Alemania fabrican continuamente arcos frontales de polipropileno para la FACESHIELD. «El material es tan flexible que puede retorcerse como un bretzel sin romperse», explica Schelbert.
PLEXIGLAS® se convirtió por casualidad en parte de la solución
Láminas de PLEXIGLAS®
Las láminas de PLEXIGLAS® se fabrican en grosores de entre 50 y 1.000 micras (µm), tanto para aplicaciones decorativas y estéticas como de protección. Están hechas de polimetilmetacrilato (PMMA) y contienen poliacrilato de butilo (PBA) como modificador de resistencia a impactos. Además, están dotadas de absorbentes de luz UV en distintas proporciones y poseen las siguientes propiedades:
- resistencia a los agentes meteorológicos
- absorben los rayos UV
- resistencia a los arañazos
- totalmente incoloras
- buena moldeabilidad
- facilidad de impresión (digital, flexográfica, serigrafía y huecograbado)
De un modo igualmente rápido y poco convencional, PLEXIGLAS® se convirtió en parte de la solución. «Había quedado con unos amigos para tomar una cerveza juntos a través de Skype y nos pusimos a hablar de las consecuencias personales de la crisis del coronavirus. Entonces alguien mencionó la FACESHIELD», relata Markus Parusel, Product Manager de Acrylic Films de la empresa Röhm GmbH. Y mentalmente se puso a trabajar de nuevo de inmediato; al fin y al cabo, él trata a diario con un material que parece hecho a propósito para tales fines: la lámina transparente de PLEXIGLAS®.
Justo al día siguiente, Parusel se puso en contacto con Protection Impuls y con Solidtec y cargó en el coche una caja de cartón con muestras de distintas láminas de PLEXIGLAS® para enseñárselas a la start-up y a la empresa transformadora de plásticos en una breve entrevista. Klaus Nowak, director general de Protection Impuls, mencionó los requisitos que debía satisfacer la pantalla facial: «Transparencia de extremada calidad, ausencia de perturbaciones del campo visual, certificabilidad y flexibilidad».
Como todas las láminas de PLEXIGLAS® transparentes, la lámina 99524 de PLEXIGLAS® posee un grado de diafanidad extraordinario, superior al 91 por ciento. Este tipo de lámina sorprendió ya en el primer examen visual y táctil por su transparencia y su flexibilidad. En la etapa siguiente, el material se envió a un organismo de comprobación que se encargó de verificar su aptitud con arreglo a la normativa europea para equipos de protección individual (EPI). Dos semanas más tarde se recibió la certificación CE correspondiente.
«Comparada con las demás láminas examinadas, la lámina de PLEXIGLAS® posee las mejores propiedades ópticas. Además, no desprende ningún olor ni causa irritación en contacto con la piel», declara Nowak, fundamentando así su decisión de fabricar la pantalla protectora facial con el metacrilato patentado de Röhm. En esta variante certificada con lámina de PLEXIGLAS®, la pantalla facial se vende ahora con la denominación «FACESHIELD PSA (EPI) by Protection Impuls».
Apenas un mes tras la fundación de la empresa, Protection Impuls recibió un gran encargo para el que Röhm consiguió encauzarlo todo en el mejor tiempo posible con el fin de poder facilitar las cantidades de material necesarias del modo deseado.
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«La lámina de PLEXIGLAS® posee las mejores propiedades ópticas. Además, no desprende ningún olor ni causa irritación en contacto con la piel.»
-Klaus Nowak
Director general de la empresa Protection Impuls, fabricante de la FACESHIELD PSA (EPI) by Protection Impuls
Pantalla facial con PLEXIGLAS®: ligera, práctica y certificada
La pantalla protectora facial no es una nueva invención en sí misma. En el mercado hay productos similares desde hace mucho tiempo, y desde el comienzo de la pandemia del coronavirus varios voluntarios en todo el mundo fabrican pantallas faciales con sus propios medios, equipados con su talento de improvisación y haciendo uso de los materiales disponibles. ¿Cómo se explica el rápido éxito de la start-up de Fráncfort?
Nowak señala una serie de motivos: «A diferencia de los productos de otros proveedores, la FACESHIELD PSA (EPI) by Protection Impuls está certificada y podemos fabricarla en grandes cantidades de manera descentralizada. Otras características exclusivas son su diseño sofisticado y la posibilidad de reutilizar el soporte. El marco de soporte y la lámina pueden limpiarse de un modo sencillo y reciclarse fácilmente a la hora de ser eliminados».
También se distingue por su gran comodidad de uso. «La pantalla facial es fácil de colocar y se adapta plenamente a la forma de la cabeza. Como es tan ligera, es muy agradable de llevar», subraya Sebastian Schelbert de Solidtec, la empresa fabricante del arco de soporte. «Los clientes nos dicen que usarla es tan cómodo como llevar gafas de sol, mientras que las pantallas faciales de un material más pesado aprietan tras un uso prolongado como si fueran un casco».
Ligera y a la vez robusta: la lámina de PLEXIGLAS® contribuye decisivamente a garantizar esta característica de la FACESHIELD PSA (EPI) by Protection Impuls. Dependiendo del campo de aplicación, Protection Impuls emplea dos espesores distintos: «La pantalla facial con lámina de 175 micras es más económica y ligera, siendo apta para el uso en interiores. La lámina de 250 micras es más adecuada para exteriores; es más resistente al viento, entre otras cosas», explica Nowak.
La extraordinaria transparencia de la lámina de PLEXIGLAS® garantiza una visibilidad sin restricciones a los usuarios de gafas, así como al personal sanitario que utiliza la pantalla facial en el coche. Para que no se empañe, la pantalla está dotada de una abertura junto al arco en la parte superior.
El arco frontal y la lámina pueden separarse fácilmente para su limpieza y desinfección. Para la limpieza basta con utilizar agua y jabón o isopropanol (al 70 %). La lámina de PLEXIGLAS® se limpia con un paño húmedo y exento de pelusa con el fin de evitar la carga electroestática. La lámina también puede desinfectarse con isopropanol.
«Proteger vidas en todo el mundo»
Aunque el hecho de verse afectados personalmente fue el desencadenante de la fabricación de la pantalla facial, la visión del grupo de fundadores fue mucho más global desde el principio. Protection Impuls se considera una empresa de carácter social. Esto significa que la empresa tiene como objetivo solucionar problemas sociales, reinvierte la mayor parte de sus beneficios para ese fin, colabora activamente con países en vías de desarrollo y dona una parte de su producción.
«Nos gustaría proteger el mayor número de vidas posibles en todo el mundo poniendo a disposición de todo el mundo una FACESHIELD certificada, segura, asequible y globalmente escalable», aseveran estos emprendedores sociales, definiendo así su misión.